En la Iglesia católica iniciamos el Domingo 28 de Noviembre un nuevo AÑO LITURGICO.
Como cada año, por estas fechas comenzamos a recordar los sucesos más importantes del plan de salvación de Dios para el hombre y, claro está que el primero de ellos es el Nacimiento de Jesucristo: la hermosa fiesta de Navidad.
Navidad y Adviento no son fiestas independientes. El Adviento nació como tiempo de preparación para celebrar la fiesta de la Navidad, igual que la Cuaresma respecto a la Pascua.
Significado del Adviento: Al celebrar la Iglesia el Adviento, te invita a meditar en la venida del Señor
Esquema del adviento: Inicia con las vísperas del domingo más cercano al 30 de Noviembre y termina antes de las vísperas de la Navidad. Los domingos de este tiempo se llaman 1º, 2º, 3º y 4º de Adviento. Los días del 16 al 24 de diciembre (la Novena de Aguinaldos) tienden a preparar más específicamente las fiestas de la Navidad.
El color de los ornamentos del altar y la vestidura del sacerdote es el morado, igual que en Cuaresma, que simboliza austeridad y penitencia.
El domingo 6 de Diciembre, 2 del tiempo de Adviento, la conversión es la nota predominante de la predicación de Juan Bautista.
Durante la segunda semana, la liturgia nos invita a reflexionar con la exhortación del profeta Juan Bautista: "Preparen el camino, Jesús llega" y, la mejor manera de prepararlo es buscando ahora la reconciliación con Dios.
En la semana anterior nos reconciliamos con las personas que nos rodean; como siguiente paso, la Iglesia nos invita a acudir al Sacramento de la Reconciliación (Confesión) que nos devuelve la amistad con Dios que hablamos perdido por el pecado.
Encenderemos la vela verde de la Corona de Adviento, como signo de la esperanza que tenemos en Jeús gracias a la conversión que estamos viviendo.
Durante esta semana acércate a la confesión para que cuando llegue la Navidad, estés bien preparado interiormente, uniéndote a Jesús y a los hermanos en la Eucaristía.
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